viernes, 26 de diciembre de 2008

Anclaos en Patricios

El surgimiento de un enclave piquetero en Parque Patricios no pasó desapercibido para la gente de la zona. El mismo movimiento se ha encargado de hacer notar su presencia estableciendo vínculos con instituciones arraigadas en Patricios como la murga Pasión Quemera, que sigue a sol y a sombra al club de fútbol Huracán, el más emblemático del barrio.
Incluso como en el barrio hay muchas casas abandonadas y galpones y las propiedades tienen menor costo que en la zona norte de la ciudad el fenómeno de las cooperativas de vivienda podría extenderse. De hecho la esquina de Iguazú 732 en diagonal al complejo Monteagudo ya fue comprada por 15 familias que integran la cooperativa de vivienda Desde el Pie.
Pero la presencia de la obra piquetera ya comenzó a generar conflictos. “A veces hacen mucho ruido. Se juntan acá para salir a distintas manifestaciones. Es como tener un piquete enfrente de casa” se queja Mariela Bonadeo, una vecina de la zona mientras pasea por la calle Iguazú. “A mí lo que me preocupan es que si se mudan 300 familias no van a dar abasto las guardias de los hospitales de la zona. Y ni que hablar de las escuelas. Este es un lugar tranquilo. No está preparado para que venga tanta gente”, analizó Patricia Flores, una ex legisladora socialista que vive en Jujuy y Caseros. 1
En cambio, Miguel Angel Peñaloza, integrante de la agrupación Vecinos Autoconvocados del Sur, surgida en la época de las asambleas barriales, cree que “la inserción de nuevos habitantes podría generar la reactivación de los pequeños comercios y el MTL es ya una realidad y trabaja para solucionar las necesidades socioeconómicas de la comunidad”. Según Peñaloza, la necesidad de ampliar la oferta educativa sobre todo en cuanto a colegios de educación media existía en la zona mucho antes de que comenzase la obra de Monteagudo: “Negarles la inserción me parece que orilla en el prejuicio”. Sin considerar esa posibilidad, en octubre una maestra de la zona se preguntaba en una carta de lectores del diario La Nación dónde van a estudiar los niños piqueteros, ya que las instituciones educativas del barrio ya están colapsadas.1
Estas expresiones de rechazo a la instalación del movimiento social en el barrio no son ejemplos aislados. La ex ministra de Trabajo Patricia Bullrich y el diario Infobae manifestaron su disconformidad con el fenómeno y aseguraron que la presencia de piqueteros en la zona desvalorizaba las propiedades.2 Por el momento, ninguno de los responsables de las dos inmobiliarias más grandes de la zona: Eduardo Puebla y Guariniello, pudieron confirmar una baja en los precios de terrenos y construcciones. “Es cierto que hay gente que va a comprar alguna casa en la zona y se inquieta si uno le dice que quienes van a vivir ahí van a ser piqueteros. Pero el complejo es de ladrillo a la vista, muy lindo, y esas manzanas que eran un galpón abandonado ahora están muy bien iluminadas. Creo que si los vecinos se sobreponen a los prejuicios van a ver que Patricios está mejor”, asegura Oscar del Fiore, asesor inmobiliario de Guarinello.
Desde el Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires Astor Masetti tiene una explicación para estas actitudes: “La sociedad argentina se ha derechizado muchísimo. Y el fenómeno piquetero perdió legitimidad en los últimos años. Sin embargo, es probable, que con el trato cotidiano, los vecinos que tengan mayor contacto con los integrantes del movimiento tengan una opinión más positiva que quienes los ven como un fenómeno lejano”, analiza Massetti, arriesgando una hipótesis sobre un intercambio que se dará plenamente cuando las familias del MTL sientan el barrio como propio.
Para empezar a hacerlo la gente del MTL ya organizó varios festivales donde hubo rock, candombe y teatro en escenarios callejeros y acaricia el sueño de convertir el viejo tanque de agua que es un símbolo de la fábrica que funcionó en el lugar, en la plataforma de una antena de transmisión de una radio comunitaria que difunda noticias, historias y problemas de Parque Patricios. Incluso han diseñado el complejo de modo tal que se pueda reabrir al tránsito el tramo de calle José C. Paz que va entre Monteagudo e Iguazú, y parte al medio el predio. Tal vez entonces sí haciendo oír su voz en el barrio, las familias piqueteros se sentirán realmente en casa.

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